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25 de marzo de 2014

Contaminación O M S El País

Por la gravedad del asunto y respetando su  trabajo. Reproduzco una noticia : El  Pais 25-03-14

 

La contaminación mata a siete millones de personas al año, según la OMS

La polución del aire es el principal riesgo medioambiental para la salud


Uno de cada ocho fallecimientos se relaciona con la exposición a ambientes contaminados


Las enfermedades prevalentes son los ataques cardiacos y los accidentes cerebrovasculares

EFE Ginebra 25 MAR 2014 - 09:25 CET



Más de 7 millones de personas mueren anualmente en el mundo a causa de la contaminación ambiental ya sea fuera o dentro del hogar, lo que convierte a la polución en el principal riesgo medioambiental para la salud. Así lo denunció hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS) que presentó las últimas estadísticas sobre contaminación, que demuestran que una de cada ocho muertes en el mundo están relacionadas con la exposición a ambientes contaminados.
"Las cifras son sorprendentes, son dramáticas. Y es un problema que afecta a todos, tanto a países en desarrollo como desarrollados. Pero tenerlas ya es un primer paso positivo, porque nos da el conocimiento para poder actuar y resolver el problema", explicó en rueda de prensa María Neira, directora del departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS.
Los cifras actuales surgen de las estadísticas de mortalidad mundial en 2012, y antes de estas, los últimos datos con los que contaba la agencia sanitaria de Naciones Unidas, que databan de 2008, indicaban una cifra de fallecimientos relacionados con la contaminación ambiental de 3,5 millones, exactamente la mitad de los revelados ahora.
Neira especificó, sin embargo, que no debe entenderse que en seis años los casos se han duplicado, sino que nueva metodología y nueva tecnología han permitido hacer una radiografía más precisa de la situación. De los 7 millones de decesos, 3,7 tienen por causa la contaminación ambiental externa, y 4,3 se deben a la polución interna de los hogares, causada mayoritariamente por la combustión para cocinar con madera, carbón o biomasa.
Dado que muchas personas están expuestas tanto a la polución interior como exterior, las estimaciones de fallecimientos no pueden sumarse, y el total estimado de muertes por contaminación se redondea en 7 millones. Los estudios han revelado que el ochenta por ciento de las enfermedades causadas por la contaminación ambiental exterior son dolencias cardiovasculares: un cuarenta por ciento son ataques al corazón y otro cuarenta por ciento son ataques cerebrales.
El restante 20 por ciento de las enfermedades causadas por la contaminación externa lo conforman: las afecciones pulmonares crónicas (11%); el cáncer de pulmón (6%); y las infecciones respiratorias agudas en niños (3%). Con respecto a la polución en los hogares, las principales dolencias que causa son: los ataques cerebrales (34%); los ataques al corazón (26%); afecciones pulmonares crónicas (22%); infecciones respiratorias agudas en niños (12%); y el cáncer de pulmón (6%).
"La polución excesiva es a menudo causa de políticas públicas insostenibles en sectores del transporte, la energía, la industria y la gestión de residuos. En muchos casos, estrategias más sanas también serán más económicas a largo plazo gracias al ahorro en gastos de salud y en la mejora del medio ambiente", señaló, a su vez, Carlos Dora, coordinador de Salud Pública de la OMS.
De los 3,7 millones de muertes causadas por la contaminación ambiental externa, el 88 por ciento de los fallecimientos tienen lugar en países de ingresos medios o bajos, que representan el 82 por ciento de la población mundial. Las regiones del Pacífico Occidental y de Sudeste Asiático son las que más casos padecen, con 1,67 millones de muertes y 936.000 fallecimientos respectivamente. Otros 236.000 decesos ocurrieron en el Mediterráneo Oriental; 200.000 en Europa; 176.000 en Africa; y 58.000 en las Américas. El resto de muertes tuvieron lugar en países ricos de Europa (280.000); Américas (94.000), Pacífico Occidental (67.000), y Mediterráneo Oriental (14.000).
Con respecto a la polución interna de los hogares, la casi totalidad de los fallecimientos tuvieron lugar en países de ingresos bajos y medios, y sólo 20.000 en naciones ricas. Las regiones del Sudeste Asiático y del Pacífico Occidental fueron las que más muertes contabilizaron, 1,69 y 1,62 millones respectivamente. Otros 600.000 decesos ocurrieron en Africa; 200.000 en el Mediterráneo Oriental; 99.000 en Europa; y 81.000 en las Américas. Por ahora, la OMS no tiene datos de contaminación por ciudades, pero está trabajando en un informe al respecto, que será hecho público en los próximos meses.

El Pais 9 MAY 2014 - 00:00 CET


Tenemos todos los datos, todas las pruebas; lo sabemos, pero de nada sirve si no actuamos en consecuencia. Hace ya tiempo que se demostró, sin lugar para dudas interesadas, el daño que la contaminación ambiental causa en la salud. Los países desarrollados pagaron un alto precio en muertes prematuras por una industrialización que emponzoñaba el aire. La imagen de Londres cubierta de una densa niebla —que era en realidad suciedad— ha quedado como símbolo de esa época negra. Costó mucho establecer primero la evidencia y aplicar después las medidas, pero se hizo.
La lógica exigiría que ese conocimiento sirviera para los demás. Pero no. Los países en desarrollo están cometiendo ahora los mismos errores y por la misma razón: la incapacidad para dar prioridad al interés general. Eso explica que casi el 90% de las 1.600 urbes de todo el mundo analizadas por la OMS superen en estos momentos los niveles máximos de contaminación recomendados.
Como gran parte de esas urbes están situadas en países muy poblados y en proceso acelerado de industrialización (China, India), el impacto es mayor. Hasta el punto de que nueve de cada 10 habitantes del planeta respiran aire sucio; y muchos, tan sucio que mueren directamente por esa causa. Se calcula que uno de cada ocho fallecimientos en el mundo es debido a esta contaminación. En India, por ejemplo, se ha convertido en el quinto factor de mortalidad.
La OMS estima que fallecen 2,6 millones por la contaminación del aire que respiran en la calle, y otros 4,3 por la utilización de combustibles dañinos, como el carbón, para cocinar o calentarse. En los países ricos, el aumento del tráfico se ha traducido en un incremento muy preocupante del nivel de partículas en suspensión en las grandes ciudades.
La crisis y sus efectos han desplazado de la agenda pública la lucha contra la contaminación, así que el balance es desolador: en los países emergentes la calidad del aire empeora a un ritmo asfixiante y en los avanzados no solo no mejora sino que en algunas urbes, como Madrid o Barcelona, empeora. Alguien debería responder a la pregunta: si la salud y la vida de tanta gente no son lo más importante, ¿qué es entonces una prioridad?

21 de marzo de 2014

e-bici



Las bicicletas eléctricas son la opción más básica —y más económica— a la hora de elegir un vehículo motorizado de dos ruedas. Hay dos tipos, dependiendo de si el motor necesita que el viajero dé pedales para funcionar o no. En este primer caso, también se llaman bicicletas de pedaleo asistido. Estas “tienen lo mejor de dos mundos”, señala Miguel Ángel Gallego, de Ecomotorbike, una empresa dedicada a la venta de motos y bicicletas eléctricas. “Haces un bonito ejercicio aeróbico sin hacer un esfuerzo demasiado grande”.
¿Cómo elegir una bicicleta eléctrica? “Lo más barato es transformar tu propia bicicleta”, apunta Gallego. “Hay kits que permiten instalar un motor de hasta 250 vatios (el equivalente a algo más de 0,3 caballos de potencia) y baterías que te dan una autonomía de 50 kilómetros”. Esa potencia de 250 vatios es la máxima que, según una directiva europea, separa a las bicicletas de los ciclomotores. Además, para cumplir la ley, el motor debe desactivarse automáticamente siempre que la bicicleta supere los 25 kilómetros por hora. Hay bicicletas eléctricas que superan esas especificaciones, pero deben ser homologadas para circular como ciclomotores, un proceso que no siempre es fácil. Gallego reclama una modificación legal. “Un motor de 250 vatios sufre si tiene que llevar a una persona de más de cien kilos”, indica. “En otros países, el límite es mayor”. En Canadá, el límite son 500 vatios en la mayoría de las provincias, mientras que en Estados Unidos es de 750.


Además de los kits de montaje, existe en el mercado una variedad de bicicletas eléctricas, con distintos grados de sofisticación y precios que van desde los 750 hasta los 5.000 euros. Estos últimos modelos tienen, incluso, frenos regenerativos que permiten recuperar la energía de la frenada para recargar las baterías. Pero Gallego señala: “Para ese nivel de precio, mejor considerar una moto”.
El mercado de la motocicleta eléctrica en España aún está en mantillas. Según datos de Anesdor, la patronal del sector, en 2013 se matricularon 1.143 vehículos eléctricos de dos ruedas, algo más de un 1% del total. La cifra de motocicletas eléctricas vendidas en 2013 cayó casi un 25% con respecto al año anterior, una caída mayor que la de los vehículos de gasolina. “La realidad es que la tecnología disponible a día de hoy presenta importantes limitaciones en las prestaciones que exigen los usuarios”, señala José María Riaño, secretario general de Anesdor. “Además, es más cara que la tecnología tradicional de combustión”. Gallego coincide con ese punto de vista: “No hay mentalidad. Uno quiere una moto para salir por ahí, y hay muy pocos puntos de recarga mientras hay gasolineras por todas partes”.
Sin embargo, para aquellos que “necesitan la moto para una ruta bien definida” y no tienen problema en hacer una inversión inicial extra, las dos ruedas eléctricas, a la larga, son una buena opción. “De gastarme de 150 a 200 euros en gasoil al mes he pasado a 50 euros de electricidad, como mucho”, apunta Gallego. “Y un motor eléctrico, al estar cerrado, da mucho menos problemas. La revisión anual, básicamente, es mirar las ruedas y las pastillas de freno”. Además, el motor eléctrico hace menos ruido. “Menos estrés”, concluye.
 
Las bicicletas eléctricas no son solo para el uso urbano. El ayuntamiento de Colmenar Viejo (Madrid), ha aprobado un proyecto para implantar un sistema de alquiler de bicicletas eléctricas. El municipio, grande y con una geografía accidentada, ha visto en esta clase de vehículos la posibilidad de atraer a más visitantes que solo con bicicletas tradicionales.
"Para mucha gente, subirse a una bicicleta y enfrentarse a una cuesta es penoso", señala Mariano de Andrés, jefe de gabinete del ayuntamiento de Colmenar y coordinador del proyecto. "Con una bicicleta eléctrica, uno se cansa menos y se divierte más, que es de lo que se trata".
El proyecto municipal prevé instalar un puesto de alquiler de bicicletas —tanto eléctricas como convencionales— junto a la estación de ferrocarril, para que los visitantes puedan recoger su vehículo, usarlo durante el día, y devolverlo por la tarde para que pueda cargar baterías durante la noche. El plan incluye la compra de una veintena de bicicletas eléctricas, que pueden ser más "dependiendo de la demanda".
El ayuntamiento también está negociando con Renfe Operadora un convenio para que los que lleguen al municipio en tren tengan descuento a la hora de alquilar su vehículo. De Andrés cree que la idea servirá para traer turistas a la localidad. "Hemos entendido que este es un medio moderno de locomoción". El municipio pretende poner en marcha el sistema en marzo, "así que empiece el buen tiempo".


13 de marzo de 2014

Agricultura con AVNT ( Aparatos Voladores No Tripulados)



La revolución de la agricultura de los AVNT está en ciernes. Asociados hasta ahora a la guerra y el espionaje, estos pequeños aparatos inteligentes no tripulados empiezan a lavar su imagen con aplicaciones más cooperativas y útiles como las telecomunicaciones, la monitorización de la temperatura y el medio ambiente, la exploración de petróleo y gas y las coberturas televisivas, entre otras muchas funciones.
Una de las aplicaciones con más potencial, además de la seguridad pública, es la agricultura de precisión y la monitorización de los campos. Así lo asegura una investigación reciente de la Asociación para el Sistema Internacional de Aparatos No Tripulados (AUVSI).
La agricultura de precisión se refiere a la utilización de sensores remotos para escanear plantas y detectar si están sanas, su grado de hidratación y el ritmo de crecimiento. También comporta un uso selectivo de los nutrientes y los pesticidas que cada planta requiere, reduciendo así el coste y el impacto ambiental.

 “Para el 2050 habrá nueve mil millones de personas en el planeta y la agricultura tendrá que incrementar su producción. Hay muy pocos jóvenes interesados en trabajar en el campo y los trabajadores que se dedican a ello están envejeciendo. La tecnología puede dar respuesta a ambos retos”. Su compañía está desarrollando sistemas autónomos no tripulados para encontrar soluciones que permitan a los productores agrícolas incrementar las cosechas y reducir los costes.
Los AVNT van a ser una tecnología revolucionaria en campos tan diversos como la agricultura, la infraestructura de las ciudades y la exploración de yacimientos de gas y petróleo, entre otros. Combinan una gran flexibilidad con poco coste.

En ámbitos académicos existe el convencimiento de que “los AVNT pueden revolucionar la agricultura, reduciendo la necesidad de pesticidas e incrementando la producción”.


En general me gustan los cuadricopteros/ quadcopteros, como los que se muestran :

  

Enlace permanente de imagen incrustada

 Ingeniería casera.

Esta máquina es capaz de volar varios kilómetros lejos de quien lo esté manejando. Lleva una cámara incorporada que le permite grabar desde su punto de vista y trasladar esta imagen a unas gafas que permiten al usuario en cuestión tener la sensación de estar montado en él.



Vinos Raimat


Imágenes procedentes de UAV y sus ventajas en agricultura

En sintonía con lo expuesto anteriormente, los AVNT ofrecen un enorme potencial en agricultura debido a que:
1) trabajan con total autonomía e incluso en días nublados, por lo que se pueden programar los vuelos a demanda y con una gran flexibilidad en momentos críticos del cultivo;
2) pueden llevar a bordo sensores con diferente tipo de rango espectral dependiendo del objetivo que se persiga;
 3) generan imágenes con una elevada resolución espacial con tamaño de píxel desde varios cm a pocos mm dependiendo del sensor y de la altura del vuelo, todo ello en función de las necesidades del usuario y la finalidad del estudio.
Estos tres factores son muy limitantes en otro tipo de plataformas comerciales ya que además hay que sumar que las imágenes de satélite o las provenientes de aviones convencionales se deben ordenar con bastante antelación. Ello puede ocasionar problemas que se agudizan por la naturaleza cambiante del pronóstico meteorológico y por la particularidad propia del seguimiento de los cultivos ya que los estados fenológicos cambian con el tiempo y son con frecuencia determinantes al abordar con éxito un estudio basado en teledetección. Existe aún escasa bibliografía de la utilización de UAV para aplicaciones en agricultura. No obstante, recientemente Huang et al. (2013), Yue et al. (2013) y Zang & Kovacs (2012) han revisado los diferentes diseños de plataformas y de sensores, así como la estandarización de los procedimientos de análisis y de extracción de información de las imágenes que ofrecen.

objetivo

Como ejemplo de los avances realizados en los últimos años con técnicas de teledetección fundamentadas en la utilización de UAV, el objetivo de este artículo es describir varios trabajos sobre tres de los principales problemas que pueden afectar al rendimiento de los cultivos en diferentes escenarios agrícolas:
1) detección de áreas infestadas por malas hierbas en cultivos herbáceos;
2) detección de zonas que necesitan mayor o menor riego en frutales;
y 3) detección de zonas infectadas por hongos en olivar.
Todos estos trabajos persiguen la cartografía de dichas variables para una posterior gestión localizada de fitosanitarios y riego. Las investigaciones que se presentan de forma resumida se pueden considerar representativos de cómo abordar un estudio agronómico utilizando UAV para objetivos de gran interés agro-económico y científico. Se detallan los modelos de sensores utilizados ya que esta información es muy relevante en este tipo de estudios dada la amplia disponibilidad de que hay en el mercado.




Para realizar tratamientos   localizados de herbicidas (en inglés SSWM: Site-Specific Weed Management) sólo en las zonas infestadas por malas hierbas y poder adaptar la dosis y la clase de herbicida al tipo de malas hierbas presentes es necesario detectar y cartografiar dichas emergencias. En la mayor parte de cultivos, se realizan tratamientos de post-emergencia en fases tempranas, justo cuando malas hierbas y cultivo están en estado fenológico de plántula (por ej.: hasta 2-6 hojas verdaderas dependiendo de la especie). Si ese tipo de tratamiento se pretende que sea localizado según composición y densidad de malas hierbas (monocotiledóneas vs dicotiledóneas, malas hierbas resistentes, o malas hierbas de difícil control), es necesaria la discriminación de las plántulas de malas hierbas de las del cultivo teniendo en cuenta que en dicho estado de crecimiento tienen firmas espectrales y apariencia muy similares.
 El Grupo de investigación dirigido por Francisca López-Granados ha utilizado un UAV (http://toasproject.wordpress.com; http://www.ias.csic.es/precisionmalherbologia) de despegue y aterrizaje vertical, modelo quadrotor md4-1000 que, dependiendo del objetivo perseguido, puede estar equipado con sensores en rango visible o visible e infrarrojo cercano (Torres-Sánchez et al., 2013) (Figura 4 a). En este caso se pretendía mapear malas hierbas en maíz en fase temprana con el fin último de optimizar el uso de herbicidas. Este cultivo se eligió en base a:
1) su elevado impacto agro-económico en España y otros países;
2) se debe tratar en varias ocasiones con herbicidas en post-emergencia (dado que se riega semanalmente);
 3) la posible extrapolación de los resultados a otros cultivos igualmente importantes que se siembran en hilera ancha.
A bordo del AVNT se instaló una cámara multiespectral (modelo TetraCam mini-MCA, resolución de 1,3 megapíxeles) dotada de seis canales que abarcaban del rango visible (Rojo, R: 0.4-0.5 µm; Verde, G: 0.5-0.6 µm;  Azul, B: 0.6-0.7 µm) al infrarrojo cercano (NIR: 0.7-0.9 µm). Las imágenes fueron mosaicadas siguiendo la metodología descrita en Gómez-Candón et al. (2013). Posteriormente fueron analizadas aplicando un método completamente automático de análisis de imágenes mediante técnicas basadas en objetos (OBIA, por las siglas en inglés de Object-based Image Analysis). La utilización de técnicas OBIA se ha potenciado recientemente por ser más precisas que las basadas sólo en píxeles ya que tienen la ventaja de incorporar en los algoritmos de clasificación, además de la información espectral, la posición de las malas hierbas con respecto a las líneas de cultivo y otros parámetros adicionales como la forma y tamaño de las plantas o parámetros de textura de los objetos presentes en la imagen (Castillejo-González et al., 2009; Peña-Barragán et al., 2011).
El algoritmo de clasificación desarrollado por Peña et al. (2013) para la cartografía de malas hierbas en fase temprana en maíz se basó en que toda la vegetación que emerge fuera de la hilera de siembra es un rodal de malas hierbas. El procedimiento de análisis de imagen consta de las siguientes fases:
1) Alineación de cada banda espectral e importación de las imágenes al programa de análisis;
2) Segmentación de la imagen en objetos formados por vegetación (cultivo y mala hierba) y suelo desnudo;
3) Discriminación de los objetos de vegetación mediante umbrales del índice de vegetación NDVI (Normalized Difference Vegetation Index, por sus siglas en inglés);
4) Cálculo de la orientación de las líneas de cultivo a partir de la dirección principal media de todos los objetos presentes en la imagen;
5) Clasificación de las líneas de cultivo mediante los objetos de vegetación de forma alargada que siguen la orientación del cultivo;
6) Discriminación de malas hierbas, cultivo y suelo desnudo en base a la información espectral, morfológica y de posición con respecto a las líneas de cultivo;
7) Segmentación de la imagen formando un estructura de malla adaptada a las dimensiones de la maquinaria de tratamiento (p.ej., separación de boquillas de aplicación de herbicida);
8) Generación de un mapa de cobertura de malas hierbas basado en la superficie infestada en cada unidad de malla;
y 9) Exportación de resultados en formatos de imagen y de tabla para su posterior análisis e integración en la maquinaria de tratamiento.



El procedimiento desarrollado clasificó el 100% de las líneas de cultivo presentes y las zonas sin presencia de malas hierbas y las zonas infestadas en tres categorías:
1) Baja (<5 2="" 3="" alta="" moderada="" y="">20%). Las zonas que requerían tratamiento herbicida eran únicamente las que superan el umbral económico de tratamiento que en este cultivo estaban constituidas por moderada y alta infestación. El número de categorías consideradas y los umbrales indicados son configurables por el usuario y adaptables a los requerimientos de la maquinaria o sistema de tratamiento que se utilice para el control localizado de las malas hierbas. La exactitud del método de clasificación y la superficie ocupada por cada categoría de cobertura de infestación se indican en la Tabla 1.

 Tabla1. Exactitud de clasificación y superficie ocupada para cada categoría de cobertura de malas hierbas considerada
Cobertura de mala hierba Exactitud de la clasificación Superficie ocupada
Sin mala hierba 98 % 23 %, zona sin tratar
Baja (< 5%) 89 % 47 %, zona sin tratar 
Moderada (5-20%) 84 % 23 %, zona a tratar 
Alta (> 20%) 89 % 7 %, zona a tratar
 Según los resultados, el 70% del campo estudiado no necesitaba tratamiento de herbicidas en post-emergencia y por lo tanto solamente el 30 % sí presentaba infestación de malas hierbas y requería tratamiento herbicida. Una vez determinada la superficie del campo a tratar, en la Figura 5 se muestran las zonas en las que se podría llevar a cabo un tratamiento localizado de herbicidas.

 


Mapa de Crop Water Stress Index (CWSI: escala de mínimo y máximo) obtenido en un viñedo por Bellver et al. (2013). 



 



El estrés hídrico provoca en los cultivos el cierre estomático cuyo principal efecto es la disminución de la tasa de transpiración lo que finalmente provoca un incremento de la temperatura de la hoja. Este aumento de temperatura puede monitorizarse mediante imágenes procedentes de AVNT con información en el rango espectral del térmico. El trabajo que se presenta en este apartado ha sido desarrollado por Bellvert et al. (2013) para mapear el estado hídrico en viñedo utilizando un AVNT e imágenes térmicas.
 El manejo de riego en viticultura se programa según modelos de balance hídrico que no tienen en cuenta la heterogeneidad espacial de los viñedos lo que limita el manejo eficiente del agua de riego. Ello implica que se riega de forma uniforme todo el campo ocasionando aplicaciones excesivas en unas zonas y escasas en otras. Dado que el aporte de agua tiene influencia en la composición química de la uva y por consiguiente en la calidad del mosto y del vino, los autores se plantearon obtener una cartografía que informara de la variabilidad espacial del estado hídrico de cada cepa con el fin de programar el riego de forma racionalizada. Ello tendría relevantes implicaciones en numerosas zonas ya que es el cultivo leñoso con más amplia distribución mundial.
 La determinación del estado hídrico se realizó en dos campañas agrícolas en un viñedo situado en Raimat (Lérida) mediante imágenes procedentes de un AVNT de ala fija de 5 m equipado con un sensor (modelo Miricle 307K) que genera imágenes térmicas así como con el cálculo del Crop Water Stress Index (CWSI, Idso et al., 1981) y su relación con el potencial hídrico foliar (Ψh).
El CWSI requiere medir:
1) la temperatura de la hoja;
2) la temperatura del aire;
 3) el déficit de presión de vapor, mientras que el Ψh se mide con una cámara de presión Scholander.
Con el fin de determinar la temperatura de la cubierta vegetativa de las cepas bajo distintos estados hídricos,  en una zona del viñedo se realizaron dos tratamientos de riego:  1) cepas control: 100% de sus necesidades hídricas; y 2) cepas estresadas: se regaron únicamente cuando el  Ψh a mediodía fue menor de un intervalo de -1.2 a -1.6 MPa según el año del ensayo. Asimismo, se instalaron cuatro sensores de temperatura infrarrojo (modelo PC151LT-0, Pyrocouple series) de forma que se colocaron dos en cada tratamiento de riego  a 1.5 m de la cubierta vegetal de las cepas.  Los vuelos se realizaron a las 9.30, 11.30 y 14.30 (hora local) a una altura de 200 m sobre el suelo generándose imágenes de 30 cm-píxel. Esta resolución espacial permitió obtener píxeles puros de vegetación con el fin de analizar con precisión cada cepa. Posteriormente, las imágenes se procesaron realizando un remuestreo del tamaño del píxel hasta obtener píxeles de 60, 80, 100, 120, 150 y 200 cm para determinar la resolución espacial óptima para detectar el estado hídrico.
 Los resultados de la relación de CSWI y Ψh muestran que los coeficientes de determinación R² obtenidos en los vuelos de las 9.30 h en los diferentes tamaños de píxeles generados fueron no significativos (siempre menores a 0.46). Sin embargo,  en los vuelos de las 14.30 h (12.30 hora solar) cuando el tamaño de píxel fue de 30 cm, R² fue más elevado (0.71). Ello indica que el momento del día más adecuado para determinar el estado hídrico mediante imágenes térmicas es alrededor del mediodía. Sin embargo, cuando el tamaño del píxel aumenta de 30 a 60 cm, en la relación entre CWSI y Ψh se obtuvo un R² = 0.38 que fue significativamente menor que el alcanzado con imágenes de píxel = 30 cm.
 Por lo tanto, para discriminar el estado hídrico del viñedo es necesario utilizar imágenes generen resoluciones espaciales elevadas. A su vez, con los cálculos de CWSI se posible elaborar mapas de CWSI en cada cepa o por sectores de riego. Si estos mapas se obtienen semanalmente, se puede contar con una herramienta altamente precisa para diferenciar subzonas en función de su estado hídrico que originarán cosechas de elevada calidad ya que el riego se realizará según se establezca de acuerdo con los mapas.
Trabajos similares se han realizado por González-Dugo et al. (2013) utilizando imágenes procedentes de UAV equipado con sensor térmico para obtener mapas del estado hídrico de plantaciones de varios tipos de frutales de hueso y de cítricos. Por otra parte, Zarco et al. (2009) trabajaron en olivar utilizando AVNT y sensores en rango térmico y visible-infrarrojo cercano para detectar la fluorescencia clorofílica con el fin de estudiar el funcionamiento fotosintético y su potencial para su aplicación en detección de estrés hídrico.



En este apartado se expone el trabajo realizado por Calderón et al. (2013) cuyo objetivo fue detectar los cambios fisiológicos que la enfermedad de la Verticilosis causa en el olivar con el fin de obtener imágenes de los daños ocasionados en estados tempranos. Con esta información se podrían programar medidas de control ya que éstas tienen efecto cuando los primeros olivos están afectados y la enfermedad está aún localizada en focos y no afecta al conjunto de la parcela. La Verticilosis del olivar está causada por el hongo del suelo Verticilium dahliae y está considerado como el factor más limitante para el cultivo del olivar (Jiménez-Díaz et al., 2012). Su modo de infección empieza por la raíz y después coloniza el sistema vascular produciendo un bloqueo del flujo de agua lo que finalmente induce estrés hídrico en el olivo. Ello implica que se produce cierre estomático que disminuye la evapotranspiración e incrementa la temperatura de la hoja.
 La metodología para detectar los olivos infectados consistió en utilizar imágenes procedentes de dos AVNT, uno de ala fija de 2 m equipado sensores multiespectrales en rango térmico (modelo Miricle 307K) y visible e infrarrojo cercano (modelo TetraCam mini-MCA), y otro de ala fija de 5 m en el que se instaló un sensor hiperespectral (modelo Micro-Hyperspec VNIR) en rango visible e infrarrojo cercano. Los estudios se realizaron en un olivar afectado con diferentes niveles de severidad de infestación de Verticilosis.  Para confirmar la infección por la enfermedad se tomaron muestras de las ramas nuevas con síntomas siguiendo el método descrito en Navas-Cortés et al. (2008) y los aislados de V. dahliae se estudiaron en base a la morfología de conidióforos y microesclerocios confirmándose posteriormente  mediante análisis  con PCR (Mercado-Blanco et al., 2003).
 En el olivar de estudio se monitorizaron árboles con 4 diferentes niveles de severidad de infección establecidos visualmente en cada olivo dependiendo del porcentaje de hojas afectadas con los síntomas de la enfermedad. Estos niveles iban de 0 a 4, siendo 0 = 0%;  0.2-0.5%: síntomas iniciales; 1 = 1-33 %; 2 = 34 - 66 %; 3 = 67 – 100%; 4 = árbol muerto. En los olivos afectados se realizaron, entre otras, las siguientes mediciones:
1) temperatura de las copas de los árboles (sensor modelo IRP-P);
2) conductancia estomática con un porómetro (modelo SC-1);
  3) fluorescencia clorofílica con un fluorómetro (modelo PAM-2100).
Los resultados obtenidos con estas medidas en campo permitieron la diferenciación de árboles sin síntomas y árboles en estadíos tempranos de la enfermedad.
Los vuelos se realizaron durante  tres años en primavera y verano y se generaron imágenes con resolución espacial de 20 cm (cámara térmica y multiespectral) y 40 cm (sensor hiperespectral, 260 longitudes de onda). Las imágenes térmicas del verano permitieron estimar los valores de Crop Water Stress Index (CWSI, Idso et al., 1981). Estos valores eran menores en los árboles asintomáticos con una tendencia ascendente según el nivel de afectación lo que facilitó la identificación de árboles afectados de forma temprana. Por otro lado, los índices obtenidos en la imagen hiperespectral (B, BG1= R400/R550, BR1= R400/R690) posibilitaron la detección de la Verticilosis en estadíos tempranos de la enfermedad, mientras que el índice NDVI = (R800 − R670)/(R800 + R670) mostró ser un buen indicador para la detección de la enfermedad en fases avanzadas (daño moderado o severo).
 A partir de los resultados mencionados de forma resumida anteriormente, Calderón et al. (2013) han demostrado que es viable la detección de la infección temprana por V. dahliae en olivar así como la diferenciación  entre niveles de severidad de la enfermedad mediante imágenes térmicas, multiespectrales e hiperespectrales. Ello supone un gran avance en el control integrado de esta enfermedad cuando aún está en sus fases iniciales y abre las puertas a la solución de un serio problema en amplias zonas de olivar.
 Además de la investigación descrita, García-Ruiz et al. (2013) han obtenido resultados satisfactorios utilizando UAV en la detección de la enfermedad Huanglongbing que causa clorosis en los cítricos. Se trata de una enfermedad bacteriana cuyo vector es el insecto psílido asiático (Diaphorina citri) que afecta severamente los árboles reduciendo la producción, apariencia, valor económico y sabor de la fruta y del zumo.  En fases muy avanzadas de la enfermedad puede ocasionar la muerte del árbol.

CONCLUSIONES

De las investigaciones presentadas en este artículo se puede concluir que mediante el análisis de las imágenes de muy alta resolución espacial obtenidas con diversos tipos de AVNT equipado con sensores en diferente rango espectral se pueden generar mapas georreferenciados de:
1) cobertura de malas hierbas en época temprana, justo en el momento más adecuado para la aplicación de medidas de control localizado de malas hierbas en el cultivo de maíz;
 2) estado hídrico del viñedo para programas riego allí dónde hace realmente falta;
  3) olivos infectados por Verticilosis para mapear los árboles afectados de forma temprana y proceder a realizar las medidas de control necesarias.
 Actualmente hay tecnología y equipos agrícolas que pueden llevar a cabo tratamientos fitosanitarios o programas de riego en base a los mapas que definen las zonas a las que hay que prestar atención.


11 de marzo de 2014

Cosas de Africa


El HAPV (anunciado como HAPPY, FELIZ) [HAPV por las siglas en inglés de "vehículo de impulso humano y animal"] es una vuelta de tuerca del medio de transporte conocido como calesa o coche de caballos, haciendo de este burro, carro y panel solar sobre un toldo, un VUG (vehículo utilitario de granja) muy ingenioso . Un burro arrastrando un carro es una imagen habitual en muchos países de África, y esta mejora que ha llevado a cabo la organización Water and Wheel [Agua y Rueda] añade una funcionalidad y una utilidad que encajan bien en las zonas rurales de África.
HAPV
Dotado con un panel solar que recarga una batería de 12 voltios situada bajo el asiento del conductor, “HAPPY” se convierte en una fuente de energía autónoma y sostenible.
 

Que hace funcionar un punto de conexión de teléfono móvil, luces de emergencia delanteras y traseras, y un pequeño tubo de neón para las horas nocturnas. Si se le añadiera un sistema de filtración de agua, “HAPPY” se convertiría en una unidad móvil multifuncional, que podría dar un buen soporte al negocio de un emprendedor, pudiendo generar beneficios como punto de venta de agua fresca, como punto de telefonía móvil o como tienda spaza… incluso cuando ya haya caído la noche.




     Hippo roller

Me tropecé con la web de este artilugio de nombre extravagante. Es una solución francamente inteligente a un problema muy frecuente. Estos “Hippo-Roller” serían perfectos para los poblados rurales de Botsuana, donde es habitual que haya un dispensador centralizado de agua, y la suave arena del Kalahari no entorpecería el traslado. Actualmente los habitantes hacen un viaje diario para llenar de agua un contenedor y vuelven a casa soportando la pesada carga (debería añadir que la persona encargada de esta tarea suele ser una mujer). He visto usar carretillas para este cometido, pero la profundidad de la arena lo dificulta. Por supuesto, la única solución real sería dotar a cada hogar de agua corriente. Seguro que desconozco todos los detalles de la cuestión, pero me da la impresión de que podría ser una posibilidad real en Botsuana, donde la población es relativamente baja (1,8 millones de personas) y el Gobierno tiene mucho dinero.
 The Hippo Roller in Action









     Molinos caseros
Cuatro hermanos de Kenia Occidental han empezado a resolver sus problemas con el agua creando bombas de agua impulsadas por molinos de viento, con partes de bicicletas viejas y materiales de techado. Han fabricado 30 y están ganando bastante dinero. Esta es otra historia de africanos que resuelven sus propios problemas empleando materiales locales:
Los cuatro hermanos Ututu han heredado unas amplias tierras de cultivo fértiles que el padre dividió en terrazas a finales de los años 50. A pesar de este recurso, estaban teniendo problemas por la falta de agua, tanto para beber (lo que originaba una pérdida de tiempo al tener que ir a buscarla a 15 km. de distancia durante la estación seca) como para regar (a causa del poco rendimiento de las escasas lluvias).

Bomba molino de viento keniana